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18 de junio de 2013

Tres ventajas de ‘Juego de Tronos’ con respecto a las novelas

Es la primera semana que afrontamos sin un nuevo episodio de ‘Juego de Tronos’, pero para hacer más llevadera la ausencia queremos seguir proponiendo reflexiones sobre ésta tercera temporada, que aún hay mucho sobre lo que escribir y hablar. Ya hicimos una valoración general y también un listado de los momentos más memorables, y hoy queremos echar un vistazo al referente literario y destacar aquellos detalles, personajes o puntos de vista que la serie ha mejorado con respecto a las novelas de George R.R. Martin.

Una nueva dimensión de los personajes

El hecho de que los capítulos de la saga original estén contados desde el punto de vista de alguno de los personajes, no estrictamente en primera persona pero con una percepción muy similar de los sucesos, limita mucho la información que tenemos sobre otros. Robb, por ejemplo, siempre es visto desde otros personajes, generalmente Catelyn, que siempre subraya a ese muchacho que quiere demostrar su hombría pero realmente es un niño jugando a la guerra, algo que hemos visto perfectamente en la serie.

Sin embargo, el perfil que se da de Margaery es el de una muchacha guapa, correcta y complaciente con lo que le toca, aunque no especialmente cegada como sí estaba la pobre Sansa. ‘Juego de Tronos’ nos ha presentado a la Tyrell que hay detrás, que entra al trapo como los demás en el juego de poderes y sabe muy bien lo que se hace. Qué gustirrinín da ver cómo manipula y controla a Joffrey, algo que Cersei hace tiempo que no es capaz de hacer y que su abuelo consigue a base de otros métodos mucho menos sutiles.

Lady Olenna ha sido todo un regalo esta temporada y poder ver en acción a Varys lo fue desde el inicio, y son esas cosas que en las novelas imaginas o se cuentan de terceras pero casi nunca vives en primera persona. En este punto de las novelas, Stannis y Melissandre están siempre relatados desde el punto de vista de Davos como una fanática y su marioneta, algo que han trasladado tal cual a la serie pero que espero cambie de cara a la próxima temporada. Me gusta cómo Weiss y Benioff marcan los grises de los personajes y hay algunos que se prestan mucho a ello.

Las tres capas de lectura

No quiero que esta comparación sea injusta. Los diferentes niveles de narración con los que juegan en cada secuencia de la serie son inherentes a las características del formato audiovisual, pero al igual que sobre el papel pueda haber ciertas ventajas, los fotogramas en movimiento tienen otras. En este caso me refiero a la posibilidad de contar con el aspecto visual además de con el textual.

En un diálogo de ‘Juego de Tronos’ hay tres niveles de lectura: lo que los personajes están diciendo y lo que realmente quieren decir. A este aspecto se le une ese tercer elemento más visual: el de las miradas. Una mirada de Brienne al entrar junto a Jaime en Desembarco del Rey vale mil palabras; una imagen de Arya refugiándose en un triste Sandor Clegane tras ver la muerte de Viento Gris es más efectiva que cualquier diálogo; unas cuantas miradas curiosas entre Barristán y Jorah bastan para entender que entre lo que se están contando y lo que realmente quieren decir, ambos sopesan qué intenciones o información tiene el contrario. Miradas, montaje, intención.

Versión condensada

‘Canción de Hielo y Fuego’ tiene muchos personajes, muchísimos. Personajes protagonistas, secundarios, terciarios, algunos de los que se habla de segundas pero tardan en ser importantes, otros de los que también se habla pero nunca llegan a serlo… Una locura. Los guionistas de ‘Juego de Tronos’ han visto desde el principio que muchos de esos personajes son prescindibles o extrapolables a otros con notoriedad mínima en la serie.

Gendry no es el bastardo que Melissandre quiere para sus planes de fuego y sanguijuelas pero, ¿para qué introducir un personaje cualquiera que no va a generar un impacto por sí mismo en el espectador cuando tienes a mano otro que sirve igual para la trama pero con el que sí tenemos conexión emocional? ¿Para qué introducir un personaje insignificante con el que Sansa hable de dejar atrás Desembarco del Rey cuando los Tyrell y otras víboras que rondan por allí sirven para el mismo propósito y nos resultan mucho más relevantes?

Por supuesto, leer los libros es una experiencia muy distinta a ver la serie y las ventajas e inconvenientes de ambos formatos determina esos elementos que van a resultar más satisfactorios sobre el papel o en audiovisual, y aquí he querido destacar alguno de los elementos de esto último. Sed libres de estar o no de acuerdo, de destacar vuestras ventajas de la serie con respecto al libro y, por qué no, sacar a colación también aquello que os satisface más con caracteres que sobre la pantalla.

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