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28 de noviembre de 2012

Los muertos siguen muertos en The Walking Dead

When the Dead Come Knocking es una clara referencia al final del capítulo anterior y al comienzo de éste. El encuentro que todos esperábamos ya se dio, pero no hay que dar nada por sentado, ya que las cosas son diferentes a las que conocemos, así que esto podría terminar de cualquier modo.

A esto nos tiene acostumbrados The Walking Dead, a la constante incertidumbre de lo que va a pasar a continuación, nadie está a salvo; capitulo a capitulo nos cargan con esa sensación, haciendo que cada uno de ellos sea emocionante y que solo pensemos en que queremos ver más.

Daniel Sackheim, ganador de un Emmy por su labor en la dirección en NYPD Blue, demuestra en este capítulo por qué ganó aquella vez, con mucha experiencia en series como Lie To Me o House M.D., acá se vio un poco más exigido por la acción zombi  pero no fue un mayor problema como vimos, haciéndolas emociones.

Frank Renzulli, guionista de The Sopranos, pone todo de sí al servicio del guión, ya que estos son complejos por la mezcla de acción y drama que tiene cada capítulo, logrando un excelente resultado.

Llamen a la policía!

Michonne (Danai Gurira) ya está en la cárcel gracias a la información de Glenn (Steven Yeun) y Maggie (Lauren Cohan) y su encuentro con Rick (Andrew Lincoln) no va a ser para nada amistoso, ya sabemos que estos chicos no confían en nadie, pero Michonne tiene información valiosa y además trae provisiones para el bebé, cosa que le dio por lo menos el beneficio de la duda.

Como vimos en el capitulo anterior, Carol (Melissa McBride) ya está de vuelta para alegría de todos, una escena realmente fuerte y triste cuando se entera lo de Lori (Sarah Wayne Callies), a pesar que lo odie al personaje, ya la extraño. Michonne va a dar hablara sobre Woodbury y sobre cómo Glenn y Maggie fueron llevados hasta allí, pero la misión de rescate va a ser un poco más problemática de lo que pensaron.

En Woodbury no se imaginan lo que le está por llegar. El Gobernador (David Morrissey) sigue con la investigación sobre los zombis, sin ningún fin altruista por supuesto, solamente para ver si puede recuperar a su hija, pero esta vez ayudada por una ingenua Andrea (Laurie Holden) que sigue en su mundo de fantasía, sin advertir que a su lado están siendo torturados sus amigos Glenn y Maggie por un descontrolado Merle (Michael Rooker) tratando de averiguar el paradero del grupo y de su hermano, pero sus esfuerzos no tendrán éxito y el Gobernador tendrá que atormentar a Maggie en una de las escenas más escalofriantes del capítulo.

Mucho para digerir en este capítulo, un encuentro esperado, un regreso, más verdades sobre los zombis. Estamos en la recta final, a solo un capitulo del midseason. La calidad de la serie no baja ni un poquito y todavía nos queda algunas sorpresas por delante.

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