-

14 de septiembre de 2011

Crítica de Thundercats: Duelo de espíritus

The Duelist and the Drifter, el octavo capítulo de la primera temporada de Thundercats, fue un interesante cambio de escenario respecto a la ciencia-ficción del episodio anterior y también le dio a Lion-O una aventura sumamente personal que evocó el estilo de los films de Akira Kurosawa con un toque de western.

La estructura del capítulo fue similar a la de Song of the Petalars o Ramlak Rising, en la cual Lion-O, el futuro rey de los Thundercats, debe atravesar una prueba que lo ayudará a ser un mejor gobernante cuando le llegue el momento de liderar a su pueblo y a la razas de la tercera tierra en la batalla final contra Mumm-Ra.

A diferencia de otros capítulos "de aprendizaje" este mostró a Lion-O casi solo y con una confianza extraordinaria en el poder de la espada del augurio, la cual ha demostrado en numerosas ocasiones ser el arma más poderosa jamás vista.

Sin embargo todo su poder no evitó que Lion-O la perdiera a manos de un astuto duelista que usó su orgullo para provocarlo en una confrontación donde perdió la preciada espada. Sin embargo un misterioso vagabundo le enseño las virtudes de la flexibilidad en el combate y así logró recuperarla y también darle un nuevo propósito en la vida a su maestro.

El episodio fue bastante bueno en todos los aspectos, incluyendo la animación que capturo bien la esencia de los distintos estilos de combate, que van cambiando a lo largo del episodio. Sin embargo algo que no entendí bien fue porque Lion-O no usó todo el poder de la espada, el cual ha probado en numerosas ocasiones y que seguramente habría convertido a su enemigo en una pila de ceniza en poco tiempo.

Puntaje: 7/10- Un buen episodio para Thundercats, que muestra que no necesita hacer avanzar la historia para entretener y que tiene la suficiente versatilidad para probar nuevos estilos visuales para no estancarse en el proceso.



Archivo del blog