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6 de octubre de 2010

'House' afronta nuevos retos

Los que seguimos ‘House‘ hemos estado viendo como desde hace una temporada y media Gregory House ha emprendido un viaje interior que llegó a una nueva estación en el final de la sexta temporada. Una temporada en el que vimos poco a poco al doctor dar pasos, a veces en la dirección equivocada, que nos parecían dejar claro que se estaba fraguando un nuevo House, algo más “humano”.

Pero no podemos olvidar que ante todo ‘House‘ es un procedimental, característica que choca frontalmente con toda opción de querer desarrollar de manera óptima a un personaje. De hecho, aunque hacen lo que pueden, hemos visto cómo muchas veces el caso de la semana tenía un paralelismo forzado con la situación de House. Así pues, como bien se preguntaba David el mes pasado, a tenor del título del primer episodio de la temporada, ¿y ahora qué? ¿Hacia donde se dirige el doctor en la séptima temporada?

Despedimos la temporada con una catástrofe y un beso apasionado entre House y Cuddy. Por lo tanto la expectación es suma, y los guionistas lo saben. House ha dado un nuevo paso y tiene que afrontar el nuevo reto de tener una relación sentimental. Los primeros dos episodios de esta séptima temporada intentan establecer, a mi juicio muy acertadamente, este nuevo statu quo.

De hecho el primer episodio, que como es casi habitual últimamente no hay “caso”, se centra en el día después. Un episodio con House y Cuddy “en la cama”, como quien dice, hablando de qué pasará ahora y los miedos de ambos a iniciar una relación.

Esta primera etapa de la relación entre House y Cuddy llega a su conclusión en el segundo episodio en el que intentarán compaginar su vida laboral y sentimental. Pisar el hospital es poner los pies en la tierra y ambos, que siempre han estado confrontándose varias veces por episodio a veces llegando más allá de toda diplomacia, verán que no es tan fácil separar la relación de pareja a una relación más “jerárquica”.

Me ha gustado bastante el modo de enfocar esta temporada y creo que nos podemos encontrar con episodios muy buenos. Estos dos primeros, desde luego, me lo han parecido aunque, si le tengo que poner un pero, he echado de menos al equipo de House. Supongo que ha sido cosa puntual debido a las características de estos primeros episodios por lo que no me preocupo en demasía, pero en el segundo episodio eché de menos el juego entre House y su mermado equipo.

En defintiva la vuelta de House no me ha defraudado en absoluto, evidentemente no creo que estemos durante los veinte episodios que quedan dando vueltas a House, su evolución y su relación con Cuddy, pero tengo mucha curiosidad por saber cómo van a tratar los guionistas esta nueva situación y la relación con los casos futuros del Princeton Plainsboro.

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