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10 de septiembre de 2009

Fox vuelve al western de ciencia ficción

Entre los proyectos que Fox tiene en desarrollo para la próxima temporada, figura una nueva vuelta de tuerca al western que se ha encargado a Scott Rosenbaum, uno de los productores de ‘Chuck’. Por lo que parece, su idea es tomar los estereotipos y los temas clásicos del género y acercarlos a una nueva generación, incluyendo también unos toques de ciencia ficción.

La idea de Rosenbaum es una historia protagonizada por un pistolero atrapado entre dos mundos, con un guiño a ‘El planeta de los simios’, o eso afirma él. El caso es que no será la primera vez en los últimos años que Fox se atreve con el género del Oeste, siempre con un giro original al respecto, y ninguna de esas dos intentonas funcionó bien.

En 1993, por ejemplo, la cadena estrenaba ‘Las aventuras de Brisco County Jr.’, heredera de ‘Wild Wild West’ por sus toques de ciencia ficción, steampunk y humor. Co-creada por Carlton Cuse (una de las mentes pensantes detrás de ‘Perdidos’), estaba protagonizada por Bruce Campbell y sólo duró una temporada. Era la gran apuesta de Fox para la noche de los viernes y, en su lugar, la que sobrevivió fue la que compartía parrilla con ella y por la que la cadena no apostaba en un principio, ‘Expediente X’.

Más tarde, en 2002, Fox lo intentó de nuevo, y otra vez los viernes por la noche, con ‘Firefly’, que aplicaba los códigos del western a las space operas del tipo de ‘La guerra de las galaxias’, y que debía más a ‘Centauros del desierto’ y ‘La diligencia’ que a la saga de George Lucas. Tampoco triunfó y, de hecho, hay quien utiliza su caso como paradigma de cómo no programar una serie si quieres que pase de las Navidades.

El último western emitido en la televisión estadounidense que gozó de cierto éxito, sin contar tv movies y miniseries, fue ‘Deadwood’, en la HBO, que abogaba por el realismo y se encuadraba más en la tradición de westerns crepusculares de Clint Eastwood y Sam Peckinpah, por ejemplo. Duró tres temporadas y siempre fue bastante minoritaria, incluso para la HBO, que acabó cancelándola por sus altos costes.

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